Omar Ortíz Forero

DICES ¿POR QUÉ ES SALADO EL MAR?

Soy bruja.

Poseo el libro de las yerbas que cuenta las propiedades del muérdago.

Las bondades de la mandrágora y la virtud del hinojo.

Los guardas de las puertas sospechan de mi saber,

pero mi cabello suavizado con el aceite del romero

perfuma sus recelos

y puedo transitar libremente por la lluvia

que siempre logra confundirse  con tu sudor,

esconderse en tus lágrimas.,

verter en la inmensidad del  océano

todas nuestras desdichas.


LA NIÑA DE ARENA      

El desierto era mi casa.

El sol ha dejado en mi piel surcos por los que alimentaba

mirlas y cernícalos.

Las  huellas en la arena son la memoria de la infancia.

El sonido de  nuestros pasos huyendo de quienes dijeron 

llegar en nombre del pueblo de Dios.

Hombres de ciudad que desconocían que los altos cactus

son señales vegetales que permiten el apareamiento de la tortuga,

los primeros días de lluvia, cuando las estrellas caen como hojas.

Ellos, buscaban mi cuerpo, pero mi padre leyó en su rostro

la avidez de las flores marchitas.


LOS SABEDORES

Pedro Ángel Trochez y María Nelly Cuetia,

acababan de apagar el fuego ritual,

en el rescoldo se percibía la llegada de las luciérnagas,

cuando se los llevaron.

Balas de fusil les dispararon a sus cuerpos

ya lastimados por la tortura.

Los arrastraron junto a la laguna,

convencidos que en sus orillas yacerían inertes,

como las piedras.

Extraños a estas montañas, a estas aguas,

a esta urdimbre de lunas,

a esta nación que es el centro del mundo,

desconocían que el corazón de Pedro Ángel

y de María Nelly, es el mismo corazón del pellar,

milenario en su canto por la tierra.

Inmune a los asesinos,

que no perciben su silbo

convocando a la minga desde  la palma de chonta

que alimenta con su danza la resistencia del viento..


PALABRAS DE UN VIEJO GUERRERO.

Luego de los azarosos tiempos de trompetas

y estandartes,

cuando las mujeres cabeza de pájaro

reinaban en acantilados

y en islas perdidas.  

Mi padre, la mano izquierda puesta sobre su vieja cicatriz,

decía a quien quisiera oír:

“Hace años nuestros mayores transitaron el sendero de la guerra.

Vencieron. Hoy, seremos vencidos.

Grave y dolorosa es la victoria”.


          PEQUEÑA HISTORIA DE MI PAIS.

No hay tren, solo muerte y desasosiego.

En la estación, se amontonan las pieles de los desolados.

Un canto fúnebre alude al viento del salitre, al triste aullido del coyote.

El Señor de todas las cosas, peregrina en la negra noche.

Torva pluma de buitre en su sombrero.

Arden los túmulos.

Una fusta de sangre golpea al brioso alazán.

En el palacio las ayer ultrajadas preparan el banquete.

Celebran sacerdotes y brujos el resplandor del Innombrable.

La peste, se confunde con la resaca de pedófilos, traficantes

Y monjas de clausura.

¿Dónde el sosiego?

La ciudad borra la imagen abominada.

Una grieta del azogue estalla en dos soles negros.

Se disuelve en gotas de sombra la crueldad de los furiosos.


OMAR ORTIZ FORERO

Omar Ortiz Forero

Si bien Omar nació en Bogotá, Colombia, en 1950, desde su infancia se ha relacionado con el Valle del Cauca por su familia paterna oriunda de Tuluá.

Abogado de la Universidad de Santo Tomás, es un decidido gestor cultural y como tal ocupó la Gerencia Cultural del Valle cuando Gustavo Álvarez Gardeazábal fue gobernador de dicho departamento.

Ortiz, edita y dirige desde 1987 la revista de poesía “Luna Nueva” que completa 45 ediciones y 32 años de vida.

Ha publicado por lo menos 13 libros de poesía de los cuales destacamos: “Las muchachas del circo”, “Diez regiones”, “Un jardín para Milena”, “El libro de las cosas”, “La luna en el espejo”, “Diario de los seres anónimos”, “Cequiagrande”, “Lista de espera”.  La primera edición en España del “Diario de los seres anónimos” que, ampliada y corregida, es publicada en la península por la editorial “La Mirada Malva” en 2015, y la editorial francesa L’Harmattan publica en 20019 una versión bilingüe de este mismo poemario con traducción del profesor Yves Monino.    

Ha compilado los siguientes libros: “El yagé y otros cuentos” de Germán Cardona Cruz, “Luna Nueva, muestra de poesía Latinoamericana actual”, “Luna Nueva, once miradas a la poesía colombiana”, “Luna Nueva diez y siete miradas a la poesía colombina actual”,  “Luna Nueva diez y nueve miradas a la poesía colombiana”,  “Vivir la poesía, poetas en la UCEVA” y “Contar en Tuluá, narradores en la UCEVA”.

Ha sido incluido en varias antologías de poesía tanto nacionales como internacionales.

La Universidad de Antioquia le concedió en 1995 el Premio Nacional de Poesía por su poemario “El libro de las cosas” y la Alcaldía de Tuluá lo condecoró en 1997 con la medalla al Merito Cultural “Germán Cardona Cruz”.

Actualmente es profesor de tiempo completo de la Universidad Central del Valle de Tuluá y como tal dirige el Centro Cultural “Gustavo Álvarez Gardeazábal”.

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