Gracias a quienes atendieron la convocatoria para mostrar su trabajo con los versos.
Gracias a la poesía, el mundo adquiere otros tonos, otros ritmos, porque con ese ejercicio de tinta y emociones que se transforma en versos, a veces somos espejos de otras vidas, de otros sentires.
Para muchos la poesía no sirve para nada, pero para quienes sabemos que “dicen o callan las palabras”, un poema es un erizamiento de la piel, son masajitos al corazón, son ráfagas de sentimientos que se comparten, con la esperanza de que otros también escuchen la melodía que escucho el creador.
La poesía no sirve de nada a quienes tienen alma de alcancía, para aquellos que su única meta es el tener cuentas bancarias atiborradas, para la inutilidad del comercio petulante, para quienes no saben de la ternura de una caricia o no se emocionan con un una mirada que esconde la promesa de un beso.
Para ellos no es la poesía; es para los sensibles, para los que se embelesan una noche de luna, para los que caminan tomados de la mano, para los que condenan las injusticias vengan de donde vengan, para aquellos que hacen de sus palabras un ariete que derriba los muros de la farsa; en fin, para los que saben que la vida dura un verso y por eso es que hay que disfrutarla a plenitud.
Gracia por su participación
Manuel Tiberio Bermúdez
Arte por la vida 